- Acabamos de recibir la noticia de que los sindicatos UGT y CCOO, junto con la patronal CEOE, han llegado a un acuerdo, en materia salarial, que está siendo refrendado por los órganos de dirección de las organizaciones firmantes.
La noticia nos la están presentando los sindicatos como «un avance muy sustancial». Sin embargo, la realidad de los números demuestra que no lo es tanto, si los comparamos con los datos de pérdida de poder adquisitivo, soportado por los y las trabajadoras, tanto del sector público como del privado.
Además, el acuerdo no es vinculante, es solo una recomendación para los negociadores de los más de 1.400 pendientes de negociación o acuerdo, entre los que hay diferencias sustanciales en cuanto al poder negociador de los trabajadores según sea la empresa o el sector, por lo que no garantiza una subida de sueldo para todos los trabajadores a los que pretende amparar.
El resultado es que, de cumplirse lo previsto, dejaría los sueldos reales de los trabajadores en 2025 prácticamente al mismo nivel que hace 20 años, en concreto, sería en 2025 apenas 1,8 puntos mayor al que se registraba en 2002, cuando se firmó el primer acuerdo para la negociación colectiva.
Incluso si nos fijamos en los datos previstos para el período 2020-2025, los salarios negociados por convenio se incrementarían, en 2025, en un 13,6%. Sin embargo, los precios habrían crecido un 19,2%, superando con creces ese incremento. Es decir, pese al acuerdo salarial, los trabajadores saldrían de este episodio de inflación con un poder adquisitivo 5,6 puntos menor que con el que entraron.
El acuerdo abunda en expresiones tan poco resolutivas como que los firmantes “consideran deseable”, “instan”, “hacen un llamado”…, expresiones todas que no compensan la tardanza con que llega el acuerdo, ni corrigen la falta de voluntad de acuerdo mostrada en estos años. El resultado, en su conjunto es muy pobre. ´
Y la actitud de los sindicatos no tiene justificación. ¿Dónde quedó la propuesta de vincular la subida de salarios a los beneficios de las empresas? ¿Por qué no incluye el acuerdo nada sobre la contención de precios a practicar por las empresas, cuando está demostrado que la principal causa del aumento de la inflación son los márgenes empresariales que crecen por encima de sus costes de producción?
El acuerdo no es, de cualquier manera, un “instrumento adecuado” para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y mucho menos efectivo para recuperar todo lo perdido en los últimos años.
Y es menos adecuado aún para que trabajadores y trabajadoras recuperen su confianza en la labor de los sindicatos en general y de los negociadores, UGT y CCOO, en particular, tan deteriorada en la actualidad.
Por parte del Sindicato Unitario de Cantabria abogamos por una movilización general en defensa del poder adquisitivo de los y las trabajadoras, y nos comprometemos a ejercer esa defensa en las empresas y sectores en los que estamos presentes.